¿Cuál es el mayor obstáculo al que uno se enfrenta en el proceso de realizar su potencial? ¿Cuál es la fuerza que impide a una persona lograr y hacer lo que en el fondo sabe que puede hacer? Sin duda, se trata del miedo.
Dice la biblia, Moisés se adentró a las tinieblas (a la nube oscura), pues allí está Dios. Y, surge la pregunta, ¿Dios está en las neblinas? Dios es Todopoderoso, fuente de abundancia y bendición. La niebla, por el contrario, representa falta de visibilidad y claridad.
Pensemos, ¿Cómo se siente uno al enfrentarse a la neblina? En un automóvil, por ejemplo, el conductor está lleno de miedo ¿Por qué? Pues, simplemente porque no puede ver nada. No puede avanzar con mucha potencia, porque no ve lo que hay delante. Y tampoco puede frenar de golpe, pues corre el riesgo de que el automóvil de atrás le choque. Si no anda, pierde. Pero si anda muy rápido, también.
Rendirse frente al miedo, es la comodidad de la zona de confort, atreverse a desafiarlo significa expandir la zona de confort. A continuación, una serie de reflexiones respecto:
1. Define exactamente a qué le temes
Es importante despertar la consciencia e identificar exactamente qué es lo que nos atemoriza. Los expertos del crecimiento personal hacen alusión a fenómenos como el miedo a fracasar, miedo a la crítica, miedo al rechazo, a la pobreza, a la soledad, a la pérdida del amor, entre otros. Estos miedos son “naturales”, pues uno busca proteger su integridad física y también la emocional. Pero, no deja de representar un gran dilema, ¿qué hacer? Uno está programado para proteger su integridad física y emocional, pero por otro lado necesita realizar su potencial. Entonces, ¿qué hacer frente a un nuevo reto o proyecto al cual uno le teme?
2. Entiende que tu “zona de confort” es una moneda de dos caras
El límite de nuestra zona de confort es el miedo a lo desconocido. Por un lado, esta es la emoción más poderosa que hay en el organismo humano a nivel neurológico, hormonal y emocional. Cuando existe una amenaza (real o imaginaria) de peligro, la mente crea una especie de alarma generalizada para colocar al organismo en estado de alerta máxima. Es un sistema de protección y supervivencia.
Pensemos, si una persona está frente a un depredador, a un incendio, a un risco de altura ¿qué sería de ella si se pone a pensar y a analizar de forma lógica la situación?, ¡ni hablar! Entonces, frente a un peligro, uno debe actuar de forma inmediata e instintiva. Gracias a la infinita sabiduría de Dios, contamos con tal mecanismo en el cerebro y en el sistema nervioso.
Sin embargo, si la función protectora del miedo se convierte en el mayor freno para la superación en la vida. ¿Por qué la gente normalmente posterga tomar una decisión? ¿Por qué la gente posterga el emprendimiento de una carrera, un negocio, casarse, o tener hijos? ¿Por qué? Si se trata de acciones beneficiosas para la prosperidad en la vida. La respuesta es una sola: miedo.
Debemos entender que la “zona de confort” nos protege y es acogedora, pero es, en realidad, nuestro principal freno y si queremos superarnos, debemos liberarnos de él.
3. Ten la certeza de que el éxito está al otro lado del miedo
En el episodio en que se relata la entrega de los mandamientos en el Monte Sinaí, aparece un versículo que enseña una de las más efectivas fórmulas para lidiar con el miedo. Porque es posible afirmar que el miedo no se vence, sino que se usa.
El miedo se usa para avanzar, para romper limites, el miedo es poder, es energía, y el reto es aprender a transformar esa energía a nuestro favor.
La palabra “haarafel”, que significa “la niebla”, tiene el mismo valor numérico que la palabra “shejina”, que significa “la presencia de Dios”. Es decir, en el miedo más tenebroso y oscuro, donde aparentemente no se puede ver nada, allí mismo está la mayor bendición, la verdadera claridad se halla después de atravesar la niebla, al otro lado del miedo.
4. Igual que el Aikido, no es una lucha de fuerza
Hace años presencié una exhibición de un arte marcial llamada Aikido. Esta disciplina permite que un hombre pueda vencer a otra que sea más fuerte y grande, sin necesidad de usar su propia fuerza. ¿Cómo se hace eso? Muy simple, la persona proyecta la fuerza de su oponente y la usa en su contra. Es decir, no ataca a su oponente, sino que usa la propia fuerza del oponente y lo hace caer. Resulta que mientras más fuerte sea el oponente, mas ventaja tiene la persona que sea un maestro del Aikido. Lo mismo ocurre al desafiar los límites de tu zona de confort, cuanto más fuerte es la resistencia del miedo que se opone, mayor será tu salto a un nuevo nivel. Se trata de utilizar la poderosa energía del miedo para impulsarte.
5. A veces necesitamos un empujón
A veces, hay que pedirle a un amigo: “empújame”, “oblígame”. A mí, a veces me pasa que estoy posponiendo algo que sé qué debo hacer. Una llamada, arreglar alguna cosa, revisar las cuentas o completar un proyecto. En esos momentos es perfectamente válido pedirle a alguien que te obligue o incluso valerse de multas o premios por completar el trabajo. Esto lo ayuda a uno a enfrentar el miedo y hacer de ello algo emocionante. Los grandes hombres de la historia, los grandes líderes de la política, los que han cambiado naciones, que han movilizado mundos en las empresas, son personas que viven constantemente con miedos. No significa que no tienen miedos, sin embargo, han desarrollado una costumbre se han insensibilizado, no aceptan la excusa de decir tengo miedo.
6. La práctica hace al maestro: cada acción cuenta
El crecimiento personal, la cercanía que cada uno de nosotros puede lograr a Dios, la logra cuando se enfrenta a sus miedos, cuando anda a pesar de sus miedos.
Querido lector, le invito a desafiar el propio límite de su miedo. Esto se puede hacer en la práctica. La próxima vez que tenga alguna situación incómoda que internamente sepa que debe hacer, pero que ha retrasado por alguna justificación del miedo, sin pensar mucho ¡hágala! Una vez al mes, dese una ducha fría. La idea es acostumbrarse a hacer cosas incómodas, a lanzarse a la alberca cuando esta fría, a decir una palabra en público, aunque sea de miedo.
Si piensas que vale la pena conquistar tus límites y descubrir la vida plena y extraordinaria que está a tu alcance aquí y ahora, te invito a poner en practica estos consejos. ¡Cuéntame tu historia!
¡Define tu propósito y vívelo con pasión!
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