La campanita
Una vieja historia cuenta que un pobre hombre que pedía limosna para poder darle de comer a su familia, golpeó la puerta de una enorme mansión, donde fue muy bien recibido e invitado a compartir la cena con la gente de la casa.
Una vieja historia cuenta que un pobre hombre que pedía limosna para poder darle de comer a su familia, golpeó la puerta de una enorme mansión, donde fue muy bien recibido e invitado a compartir la cena con la gente de la casa.
¿Qué padre no se equivoca? Todos lo hacemos. Ser padre es una actividad diaria que requiere paciencia, resiliencia e impulso. Tal como les enseñamos a nuestros hijos a aprender de sus errores, también nosotros podemos hacerlo. Aquí hay algunos errores comunes de disciplina que cometen los padres y algunas soluciones posibles.
Si alguien te dijera que hay algo que puedes hacer que puede asegurar que tu matrimonio durará toda tu vida y que solo te tomará cinco minutos al día, ¿no lo harías? Bueno recen juntos todos los días, ¡eso es todo!
“Revisar Facebook sin pensar te asemeja a una rata de laboratorio que presiona la palanca con la esperanza de recibir comida”. ¡Auch! Esta cita de un artículo del Wall Street Journal me hizo pensar.
Un niño puede ser absolutamente insoportable, podría escupir sobre sus padres, arrojarles cereal empapado en el rostro, garabatear en las paredes, ¡y aun así le amarían! Si a ustedes les dijeran que su hijo es una amenaza incontrolable, probablemente responderían: “¿Incontrolable? ¡Nuestro hijo está repleto de energía! Está desarrollando una personalidad dinámica y creativa”.
Cuatro ciegos se topan con un elefante. Uno palpa la pierna y está convencido de que es el tronco de un árbol. Uno palpa la cola y piensa que es un látigo. Otro, toca la trompa del elefante y decide que es una manguera, en tanto que el cuarto ciego palmotea el costado y está seguro de que es una muralla.
Cada cualidad buena es beneficiosa para el matrimonio, ¿pero qué cualidades son tan decisivas que un matrimonio no puede funcionar en su ausencia?
Imagínate a alguien sentado durante horas contemplando su título de doctorado colgado en la pared. Esta persona goza a plenitud la satisfacción de haber alcanzado este importantísimo hito y le invade una enorme dicha y una sensación de autorrealización. (más…)
Tu mejor amigo te llama a altas horas de la madrugada:
“Por favor escúchame. Estoy en Las Vegas y me metí en una pelea. Perdí el control y maté a alguien. Necesito que vengas de inmediato…”