El adulterio es uno de los golpes más duros para un matrimonio, así como un doloroso rechazo para la pareja. Pero no tienes que tener intimidad con alguien para ser infiel. La infidelidad emocional es muy – y a veces incluso más – destructiva para tu matrimonio. Parejas a las que atiendo se indignan cuando les digo que podrían estar cometiendo adulterio emocional cuando coquetean con compañeros de trabajo, cuando envían emails graciosos a colegas, o pasan tiempo con miembros del sexo opuesto en reuniones. Pero ellos lo están haciendo, y probablemente tú también.

Detener este tipo de relaciones es la cosa más importante que puedes hacer por tu matrimonio. No se trata de adónde te pueden llevar. Se trata de adónde te han llevado actualmente – lejos de tu concentración en tu matrimonio.

Si te molesta lo que estoy diciendo, entonces, piensa en lo siguiente: ¿Por qué te molesta? ¿Por qué te estás oponiendo a la idea? ¿Por qué no ver si tengo razón haciendo algunos ajustes? ¿Qué es lo que estás intentando proteger al mantener este tipo de relaciones en las que estás actualmente involucrado? Si estas relaciones no son tan “dañinas” como yo digo – porque según tú no son tan importantes y no conducen a nada – entonces pruébatelo a ti mismo dejándolas de lado. Si no significan tanto para ti, ¿por qué la molestia cuando te pido que reduzcas estas amistades? Recuerda qué es lo que siempre has querido de tu matrimonio, y empieza a considerar el gran y determinado compromiso que es absolutamente necesario para crear un matrimonio feliz.

Poner necesidades emocionales primarias en las manos de alguien externo al matrimonio rompe el lazo del matrimonio tanto como lo hace el adulterio.

La mayoría de nosotros no se enamoraría en el ciberespacio, sin embargo nos parece bien compartir un tipo de espacio diferente con amigos del sexo opuesto. Discutimos nuestros problemas, ventilamos nuestros temas, y arreglamos discusiones con nuestros colegas de negocios. Chateamos con nuestros amigos y vecinos. ¿Qué tiene de malo que un hombre tenga una amistad casual con una mujer cuando alguno de los dos está casado? Ciertamente, no toda amistad lleva a un romance. Sin embargo olvidamos el daño emocional de relacionarnos con alguien externo cuando esa misma energía puede ser utilizada para relacionarnos con nuestra pareja. El matrimonio se trata de relacionarse con un miembro del sexo opuesto con una intimidad que no se siente con ningún otro.

Cuando uno en la pareja pone sus necesidades emocionales primarias en manos de alguien externo al matrimonio, esto rompe el lazo del matrimonio tanto como lo hace el adulterio.

¿Cómo Sabes si Estás Siendo Infiel?

Piensa en tus propias relaciones personales:

Cuando escuchas una broma graciosa o un chisme interesante, ¿se lo cuentas primero a otros colegas? Cuando llegas a casa, ¿sientes que ya lo has comentado tanto en la oficina que no tienes ganas de contarle la broma nuevamente a tu pareja?

¿Discutes todos tus problemas de trabajo (o temas relacionados con trabajo voluntario u otras cosas importantes en las que estás involucrado) tan a fondo con tus colegas que cuando regresas a casa ya dijiste todo lo que podías decir? ¿Sientes que tomaría demasiado tiempo revisar y explicar todo el tema desde el principio con tu pareja?

¿Sales solo a almorzar o después del trabajo a tomar unos tragos con miembros del sexo opuesto?

¿Disfrutas de coqueteos inofensivos (según tu definición) con alguien del sexo opuesto en una fiesta?

¿Crees que entusiasmarse emocionalmente por coquetear con alguien del sexo opuesto ayuda a tu matrimonio? ¿Piensas que te ayuda a saber qué es lo que necesitas recibir más de tu pareja? ¿Te dices a ti mismo que la energía que recibes de coquetear le da más vitalidad a tu matrimonio?

¿Pasas la misma cantidad de tiempo comprando el “regalo correcto” para un colega del sexo opuesto como para tu pareja?

¿Compartes temas íntimos sobre ti mismo o tu matrimonio con un miembro del sexo opuesto?

Si estás haciendo cualquiera de estas cosas, estás siendo emocionalmente infiel a tu pareja. Tienes una cantidad de energía limitada. Si la estás gastando con compañeros de trabajo o fuera de casa y luego llegando a casa y sintiéndote demasiado cansado para pasar más tiempo con tu pareja, eso es infidelidad emocional. Estás reubicando efectivamente energía marital vital en las manos de otros. Olvídate de dónde podría llevar. Incluso si tú nunca tocas a otra persona, has utilizado a esa persona para relacionarte, y al hacerlo, te has alejado de tu pareja.

Puede que estés moviendo tu cabeza en desacuerdo. Pero yo he pasado años ayudando a parejas a orientar sus energías el uno hacia el otro, y su matrimonio ha cambiado inmediatamente. Ponle fin a todas estas relaciones externas y trae toda tu energía emocional y sexual a casa, y tú también cambiarás tu matrimonio inmediatamente.

La Exclusividad Tiene Sentido

El primer paso para construir un matrimonio feliz es cerrar nuestra visión periférica de otros para que podamos estar completamente enfocados en nuestra pareja.

Pareciera ser que honramos este compromiso intuitivamente cuando nos golpea la tragedia. Recientemente, hubo un casamiento inolvidable en mi comunidad. Luego del compromiso, el novio fue diagnosticado con un melanoma maligno, que amenazaba su vida. El casamiento se pospuso, y la novia de veinte años se mudó con sus futuros suegros para ayudar a cuidar a su amado durante las cirugías y los posteriores tratamientos de quimioterapia. Había pocos ojos secos mientras estos jóvenes enamorados, sabios más allá de su edad, hicieron un compromiso público el uno con el otro.

Si uno en la pareja queda discapacitado físicamente, lo lógico sería que la pareja sana dedique años de energía para estar junto a la pareja discapacitada, para demostrar un compromiso de amor. ¿Por qué debemos esperar que ese compromiso se manifieste solamente después de la tragedia?

La única forma de mantener un matrimonio fuerte es que siempre sea lo primero y lo más importante.

Reconozco que algunos pueden encontrar la idea del aislamiento matrimonial arcaica y poco realista. Sin embargo estamos cómodos aplicando la misma lógica en muchas otras áreas de la vida. Si fuésemos a comenzar un negocio, por ejemplo, entenderíamos la necesidad de dedicarle seria atención a él. Si fuésemos a comenzar dos negocios simultáneamente, los demás contarían los minutos para que cayéramos en banca rota. Si comenzásemos una familia, nos sentiríamos obligados a concentrar nuestra atención en nuestro hijo. No soñaríamos con pasar grandes cantidades de tiempo a solas con otro niño. Sabríamos que estaría mal limitar el tiempo con nuestro propio hijo en beneficio de otro niño que parece “mejor” que el nuestro. Como padre, entenderías tu obligación de encontrar partes de tu hijo para amar y aprender a enfocarte más en esos puntos maravillosos. Querrías encontrar actividades que sacaran lo mejor de tu hijo y de ti.

El matrimonio necesita el mismo compromiso para desarrollar una relación satisfactoria y de amor. No podemos dividirnos en muchas direcciones sin perder la intensidad en nuestro matrimonio. Nuestra energía ya está dividida entre nuestro trabajo, nuestros hijos y nuestro matrimonio. La única forma de mantener un matrimonio fuerte es que siempre sea lo primero y lo más importante. Solamente porque vivimos en un mundo constantemente cambiante e “ilustrado” no significa que debemos eliminar conceptos maritales saludables porque suenan arcaicos.

Enfócate en Tu Matrimonio

Cuando hacen la elección de realmente comprometerse el uno con el otro, se enfrentan a un obstáculo gigante: el mundo alrededor no entiende el compromiso. Ellos no saben que ustedes realmente planean vivir el resto de su vida juntos. Y si bien es verdad que no tiene que ser una experiencia dolorosa y miserable, el matrimonio puede ser maravilloso solamente si aprenden a estar presentes en las buenas y en las malas. Cuando sabes que puedes estar en tu peor momento y tu pareja te abrazará y te prometerá amor eterno, entonces, están casados para siempre. Si tan sólo anulamos la necesidad de encontrar este tipo de amor fuera de nuestra relación marital, entonces, pondremos un esfuerzo increíble en la mejor cosa que tenemos: nuestro matrimonio. Y si sientes que te falta esa “conexión” con tu pareja, entonces debes encontrar la forma de crear un nuevo lazo con ella en vez de buscar que un amigo del sexo opuesto satisfaga esa necesidad.

Muchas personas me han dicho que involucrarse con miembros del sexo opuesto no es un problema para ellos porque nunca conducirá al adulterio. Tener un romance está lejos de ser el único problema. Simplemente estarías quitándole de a poco a tu matrimonio cada vez que tienes esa gota de emoción de un momento emocionalmente estimulante con alguien del sexo opuesto. Es peligroso para tu matrimonio, y no solamente porque podría conducir al sexo. Le quita a tu matrimonio de la inmensa energía que necesita para crecer: la energía para coquetear el uno con el otro, de estimularse emocionalmente con puntos de vista diferentes, de compartir la emoción con alguien que quiere saber quién eres. Cuando pones tus energías emocionales en otro lugar, sin darte cuenta, le quitas a tu pareja la oportunidad de proveerte esa misma emoción que estás buscando en otro lugar.

Vuelve a enfocarte en la persona con quien te casaste y en cómo puedes conseguir lo que sea que estés consiguiendo de estás otras relaciones en tu matrimonio. Encuentra relaciones externas con miembros de tu mismo sexo y mantén la “química” entre tú y tu pareja.


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