Apologética es una palabra de origen griego, es un término militar que se utiliza en la táctica empleada para la defensa de una ciudad sitiada o atacada por uno, o múltiples frentes. Hoy en día, nuestra Iglesia, nuestra fe, nuestras creencias como católicos son puestas en duda, negadas, ridiculizadas o deliberadamente atacadas por múltiples frentes a la vez, por personas, grupos y organizaciones de diversas vertientes, el ataque es feroz y brutal. El Papa, la Santa Iglesia Católica, el Vaticano, se encuentran bajo ataque.
Apocalipsis 20:9
Subieron por toda la anchura de la tierra y cercaron el campamento de los santos y de la Ciudad amada…
DEBEMOS LUCHAR POR LA FE Y LA DEFENSA DEL EVANGELIO, DEBEMOS HACER APOLOGÉTICA
De ahí la necesidad imperiosa de que la apologética vuelva a surgir en la defensa de nuestra fe, nuestras creencias, de nuestra Iglesia, la Iglesia de Jesucristo.
Filipenses 1:16,27
Éstos, por amor, conscientes de que yo estoy puesto para defender el Evangelio. Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo, para que tanto si voy a veros como si estoy ausente, oiga de vosotros que os mantenéis firmes en un mismo espíritu y lucháis acordes por la fe del Evangelio.
Tito 1:9-11
Que esté adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza, para que sea capaz de exhortar con la sana doctrina y refutar a los que contradicen. Porque hay muchos rebeldes, vanos habladores y embaucadores, sobre todo entre los de la circuncisión, a quienes es menester tapar la boca; hombres que trastornan familias enteras, enseñando por torpe ganancia lo que no deben.
Tito 1:13-14
Este testimonio es verdadero. Por tanto repréndeles severamente, a fin de que conserven sana la fe, y no den oídos a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Nuestra lucha no es un ataque, es una defensa que debe realizarse con amor, sencillez, es decir, sin arrogancia, sin agresividad ni violencia, ni cualquier sentimiento de odio o rencor.
I Pedro 3:15-16
Al contrario, dad culto al Señor, Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. Pero hacedlo con dulzura y respeto. Mantened una buena conciencia, para que aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo.
Efesios 6:12
Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.
LA APOLOGÉTICA COMO PARTE DE LA CIENCIA DE LA TEOLOGÍA
La apologética es la parte de la teología que busca explicar lo que creemos y hacemos como católicos y así mismo, expone los errores para proteger la integridad de la fe. La apologética católica tiene como propósito la explicación y defensa de la religión cristiana, es decir, la religión Católica.
LA APOLOGÉTICA SE DIVIDE BÁSICAMENTE EN TRES GRANDES PARTES
El estudio de la religión en general y las bases para la creencia teísta:
El apologista indaga sobre la naturalezas de la religión, su universalidad y la capacidad natural del hombre para adquirir ideas religiosas, que lleva a las bases de la creencia teísta: la creencia en un ser supremo, la libertad de elección, la inmortalidad del alma y lo que está más allá de la muerte.
El estudio de la religión revelada y las bases para la creencia cristiana:
El apologista trata la noción, posibilidad y necesidad moral de una revelación divina, y su perceptibilidad a través de varios criterios internos y externos, encontrando las tres etapas distintas y progresivas de la revelación: la revelación primitiva, la revelación mosaica y la revelación cristiana.
El estudio de la verdadera Iglesia de Cristo y las bases para la creencia católica:
El apologista tiene la secuela necesaria al hecho establecido de la revelación cristiana, la demostración de una verdadera Iglesia de Cristo y su identidad con la Iglesia Católica Romana a partir de los registros de los apóstoles y sus sucesores inmediatos se establece la institución de la Iglesia dotada con la suprema autoridad de su Fundador, y comisionada en su Nombre a enseñar y santificar a la humanidad.
CARACTERÍSTICAS DE LA APOLOGÉTICA
1.-La apologética no tiene por finalidad convertir a los no católicos. Su finalidad es hacer conocer a los no católicos su error y nuestra Fe. La conversión de un no católico es una posible consecuencia de la apologética, no su finalidad.
2.-La apologética no es una Filosofía de la Religión, porque ésta estudia la religión como actividad del hombre y de la conciencia.
3.-La apologética no produce la fe por sí misma.
4.-La apologética es una verdadera ciencia con objeto, finalidad y método propio.
5.-Los juicios apologéticos son del orden especulativo y científico y no existencial.
6.-La apologética supone entre otras cosas el conocimiento profundo de la Escritura, de la Tradición, de la historia de Israel, de la Historia de las religiones o sectas y su forma de pensar, de la Historia de la Iglesia, etcétera.
MÉTODOS DE LA APOLOGÉTICA
Presuposicional: Enfatiza la importancia de las presuposiciones en el asumir de la existencia de Dios y la verdad de la Biblia.
Clásica: Hace hincapié en la argumentación racional para la existencia de Dios, siendo necesario demostrar la existencia de Dios primero para argumentar todo lo demás.
Evidencial: Enfatiza la evidencia para la fe cristiana ya sea histórica, lógica o arqueológica.
Existen a su vez varias áreas de la apologética dentro de los métodos anteriores que son:
Apologética Filosófica
Apologética Teológica
Apologética Bíblica
Apologética Científica
Apologética Externa
VALORES DE LA APOLOGÉTICA
La apologética no es puro intelectualismo; esta tendencia, sólo nos haría más soberbios y fríos. La apologética está estrechamente vinculada a la religión del corazón. Intelecto y fe se integran mutuamente.
Pablo VI especifica cuatro actitudes básicas: claridad, mansedumbre, confianza y prudencia. Estos valores provienen de la gracia de Dios y hay que pedirlos en oración. Dicho de otro modo, la apologética requiere de mi estudio; disciplina intelectual y espiritual.
DIFERENCIA ENTRE APOLOGÍA Y APOLOGÉTICA
La apología es la defensa a favor de algo o alguien, es decir, la apología realiza la defensa de cualquier tema, ideología, persona o causa. En cambio, la apologética se refiere exclusivamente a la defensa de la fe cristiana, es una forma de apología. Esto quiere decir que, mientras la apología es una mera justificación y, a veces, auto-justificación; la apologética busca una defensa sistemática de la fe católica para aquellos que la desconocen o la ignoran.
Decir apologista, significa ¿apologista de qué? Sí decimos apologista católico ya es especificar una especialidad. En cambio, la palabra “apologeta” se utiliza exclusivamente para los apologistas católicos. Apologeta por tanto, es la forma correcta de referirse a la persona que realiza la defensa de la fe cristiana católica. Sólo que la utilización del término “Apologeta” se ha reservado tradicionalmente para los Padres Apostólicos, pioneros en la defensa de la fe, “Los Apologetas”. Hoy en día, los apologetas prefieren definirse a sí mismos como apologistas católicos y dejar el título de “Apologetas” a los Padres de la Iglesia. Aunque no existe una regla para eso, quien realice la defensa de la fe cristiana puede denominarse ya sea como un apologeta o un apologista católico, ninguno incurre en falta alguna, ni debe hacerse de ello un casus belli.
La apologética es una herramienta de la Teología, ya que es diferente la actitud del católico que la acepta por fe, que el no católico que la cuestiona para no aceptarla. Busca de manera racional y sistemática explicar el por qué debemos aceptar los enunciados de la Teología y la doctrina.
Las Sagradas Escrituras llaman a los creyentes a dar razón de la esperanza que tenemos en Cristo, pero existen varios factores que inhiben en forma ilegítima el compromiso apologético. La apologética debe llevar al crecimiento cristiano de las personas y está más allá del ecumenismo porque lleva a un profundo conocimiento de la Verdad. El pecado que acosa a los apologetas es el orgullo y debe ser evitado a cualquier precio. La verdad que defendemos es un don de la gracia y no nuestro logro intelectual. Pero hay una anemia apologética en el mundo que daña severamente el ecumenismo y he aquí las causas:
Indiferencia: Hay demasiados cristianos a los que no les importa que el cristianismo sea ridiculizado y hacen poco o nada para enfrentar estos ataques.
Irracionalismo: Hay cristianos que llevan su “fe” a niveles peligrosos y creen cosas sin sentido sin tener evidencias y argumentos. Han vuelto su “religiosidad popular” en mera superstición.
Ignorancia: Muchos cristianos no son conscientes de los recursos intelectuales que actualmente están a su disposición para defender la fe que han recibido o bien, no les interesa estudiar y conocer su fe o de plano adolecen de pereza mental.
Cobardía: No hay suficientes cristianos que estén dispuestos a presentar y defender su fe en situaciones desafiantes.
Arrogancia: La arrogancia del apologista sabelotodo, que está más interesado en mostrar sus conocimientos que en defender la verdad. Es más importante para él ganar el debate que ganar un alma.
APLIQUEMOS CADA ACCIÓN SEGÚN CORRESPONDA
Católicos: Catequesis y Apologética.
Ortodoxos: Ecumenismo y Apologética.
Protestantes históricos: Ecumenismo y Apologética.
Sectas: Apologética
Ateos: Filosofía y Apologética.
Otras religiones: Dialogo interreligioso y Apologética.
La apologética siempre se aplica, no importa con quien tratemos, ya que la apologética es la defensa y explicación de nuestra fe.
LA HUMILDAD
Todo apologista católico debe pensar como Juan el Bautista y Nuestro Señor Jesucristo, que siendo grandes se hicieron pequeños, y uno de ellos era Dios…
La Biblia. Juan 3:26-30
Fueron, pues, donde Juan y le dijeron: «Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, aquel de quien diste testimonio, mira, está bautizando y todos se van a él.» Juan respondió: «Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él.” El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud. Es preciso que él crezca y que yo disminuya.
Juan 7:16
Jesús les respondió: Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.
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